La prevalencia de la litiasis renal es elevada, ya que entre un 7 y un 11% de personas han sufrido, a lo largo de su vida, un evento litiásico. Su incidencia acumulada anual es creciente y se establece en la actualidad en 0,9%. De modo paralelo, el porcentaje de población obesa (IMC >30 Kg /m2) en España alcanza al 16% de los hombres y al 13% de las mujeres, estando descrita una mayor incidencia de obesidad en los pacientes litiásicos. Estos fueron algunos de los datos ofrecidos por el Prof. Javier Burgos, académico de número de Urología de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), durante su reciente sesión científica. Bajo el título "Litiasis renal y enfermedad cardiovascular. El estrés oxidativo y la disfunción endotelial como nexo", el Prof. Burgos, que también es jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, impartió una interesante jornada monográfica junto con otros dos grandes expertos: la Dra. Dolores Prieto, catedrática de Fisiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y académica correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF), y el Dr. Javier Sáenz, jefe de Sección de Urología del mismo hospital madrileño y profesor asociado de la Universidad Rey Juan Carlos.
Los tres especialistas coincidieron en señalar que la disfunción endotelial y el estrés oxidativo parecen ser mecanismos fisiopatológicos comunes en ambos procesos, en la obesidad y en la litiasis renal, lo que conlleva alteraciones en la homeostasis tras afectar a la vasodilatación de las arteriolas preglomerulares, a la adhesión plaquetaria o la respuesta inflamatoria mediada por citoquinas (IL6, IL 8 o IL10).
"Este conjunto de eventos podría explicar el aumento de eventos cardio y cerebrovasculares de un grupo de pacientes litiásicos portadores de una disfunción endotelial, que promueve la aterogénesis y modifica la respuesta a diferentes mediadores", afirmó el Prof. Burgos. Por este motivo, la conclusión común de los tres expertos fue señalar que "la disfunción endotelial parecería preceder en siete u ocho años al evento cardio o cerebrovascular, lo cual justifica el seguimiento y tratamiento estricto de los factores de riesgo, como la obesidad, la diabetes, la dislipemia y el síndrome metabólico, en este grupo de pacientes litiásicos de cara a reducir su morbimortalidad potencial".