REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE ESPAÑA

Noticias 7 de noviembre de 2025

La Semana Severo Ochoa en imágenes

"Si Severo Ochoa estuviera hoy vivo, seguro que utilizaría la inteligencia artificial (IA) para continuar con sus trabajos de investigación y mejorar la calidad de vida de las personas de la misma forma que ya él utilizó en su día las herramientas más avanzadas de su época para llegar a sus descubrimientos, como la difracción de rayos X", apuntó el Prof. Jesús Fernández-Tresguerres, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), con motivo de la celebración de la Semana Severo Ochoa.

Lo mismo opinó la Prof.ª Paola Bovolenta, directora científica del Centro de Biología Molecular (CBM) y profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): “Si Severo Ochoa pudiera ver cómo hoy en día podemos modificar el genoma, crear terapias génicas o producir medicamentos biotecnológicos sería, sin duda, un motivo de satisfacción para él. La IA es una herramienta que acelera el descubrimiento científico y, en la biología actual, ayuda a analizar millones de datos, a predecir estructuras de proteínas o a diseñar fármacos más eficaces”.

La Semana Severo Ochoa es una iniciativa de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, la RANME y la Universidad Nebrija con el fin de recordar el legado del médico y científico español (posteriormente nacionalizado en EEUU en 1956) que ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959. Durante la Semana Severo Ochoa, que comenzó el lunes 3 de noviembre en la sede de la RANME y ha finalizado el jueves 6, se desarrollaron varias sesiones científicas con expertos nacionales e internacionales, una presentación de su biografía, una lectura continuada de su obra seleccionada entre académicos, médicos, estudiantes y periodistas, así como la entrega del Premio Carmen y Severo Ochoa de Investigación en Biología Molecular al científico Juan Valcárcel.

El Prof. Fernández-Tresguerres recordó que el Dr. Severo Ochoa descubrió la síntesis del ácido ribonucleico (ARN), es decir, descubrió una enzima llamada "polinucleótido fosforilasa" capaz de sintetizar ARN en el laboratorio. "Este hallazgo permitió entender cómo se forman los ácidos nucleicos, que son las moléculas que almacenan y transmiten la información genética", afirmó. El uso de esta enzima, continuó explicando este académico, "abrió el camino para poder ver si había genes cuya mutación, ausencia o duplicación fuera la responsable de la aparición del cáncer, las enfermedades neurológicas, las metabólicas o las infecciosas".

"En la actualidad disponemos de muchas herramientas médicas modernas como CRISPR basadas en los descubrimientos de Severo Ochoa. Por ejemplo, se pueden diagnosticar las mutaciones genéticas, y ahora también se pueden ‘corregir’ estas mutaciones para eliminar las enfermedades que provocan. Aunque este segundo proceso está en sus comienzos, ya ha podido establecerse su utilidad en problemas de inmunidad, como en el caso de los ‘niños burbuja’, niños que nacen con una enfermedad rara del sistema inmunitario conocida como Inmunodeficiencia Combinada Severa”, aseguró este académico de número.

Por su parte, la Dra. Regina Revilla, presidenta de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, subrayó que la Semana Severo Ochoa es, ante todo, "una invitación al diálogo entre disciplinas, generaciones e instituciones". El objetivo ha sido “examinar cómo el pensamiento de Ochoa sigue influyendo en la biología molecular, la neurociencia y la biotecnología de hoy en día, así como inspirar nuevas formas de hacer ciencia en nuestro país”, reconoció satisfecha. “La contribución de las instituciones que han intervenido en estos días así lo han atestiguado; un ejemplo ha sido la presencia del Prof. Witold Filipowicz, discípulo de Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York, donde se adentró en los misterios del RNA", matizó.

Manuel Villa-Cellino, presidente del Consejo Rector de la Universidad Nebrija, aplaudió también la idea de celebrar esta iniciativa: "Se trata de dar visibilidad a una figura que de alguna manera ha quedado opacada por diversas circunstancias. El hecho de que Severo Ochoa trabajara en EEUU en el momento de la concesión del Premio Nobel ha provocado que en España no se sintiera como nuestra, cuando es una figura científica de trascendencia mundial. La Universidad de Nebrija, de gran espíritu asturiano, junto con el resto de los organizadores, ha rescatado a este gran científico para equipararlo con otras figuras señeras de la medicina española, como Cajal o Marañón, que ya disponían de homenajes similares".

Se cumplen 50 años de la creación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa

Otra de las actividades enmarcadas en la Semana Severo Ochoa fue el "Aula Abierta", donde centros vinculados con la figura de Severo Ochoa, como la Fundación Jiménez Díaz o el CBM, tuvieron su espacio para hablar de sus correspondientes aniversarios y sus trayectorias llenas de éxitos.

“El CBM ha sido pionero en la investigación de la regulación genética y el desarrollo embrionario, lo que ha permitido entender mejor el origen de muchas enfermedades congénitas y abrir el camino a terapias regenerativas, como el uso de células madre para reparar tejidos dañados”, señaló la Prof.ª Bovolenta, directora de esta institución científica. Por otro lado, “el CBM ha proporcionado avances considerables sobre los mecanismos moleculares de enfermedades neurológicas como el autismo o las neurodegenerativas, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer o de Huntington, que pueden ayudar a identificar nuevas estrategias para frenar estas patologías que todavía desafortunadamente no tienen cura. Estos ejemplos reflejan la vocación del CBM: descubrir mecanismos fundamentales de la vida para transformar ese conocimiento en bienestar para la sociedad”, confesó.

Y, ¿cómo ayuda la biología molecular a tener tratamientos adaptados al ADN del paciente? Según señaló esta científica del CSIC, “gracias a la biología molecular podemos analizar el DNA de cada persona y conocer las variaciones genéticas que influyen en su riesgo de enfermar o en su respuesta a determinados medicamentos. Esto permite desarrollar una medicina personalizada, en la que los tratamientos se ajustan a las características genéticas del paciente. Por ejemplo, en algunos tipos de cáncer se analiza el perfil molecular del tumor para elegir la terapia más efectiva y con menos efectos secundarios”.

Las investigaciones de Severo Ochoa también han permitido que hoy en día podamos contar con fármacos biotecnológicos. “Los fármacos biotecnológicos son medicamentos basados en moléculas producidas por organismos vivos. Ejemplos conocidos son la insulina humana recombinante para la diabetes, muchos los monoclonales utilizados para tratar una gran variedad de enfermedades o algunos tipos de cáncer, y vacunas contra el COVID-19 y similares”, detalló la Prof.ª Bovolenta.

En su opinión, España cuenta con una comunidad científica muy sólida con centros de excelencia y empresas biotecnológicas en expansión. Cada vez hay más colaboración entre la investigación pública y el sector privado, lo que está impulsando la innovación biomédica. “Aun así, debemos mejorar en inversión y en la traslación de los descubrimientos al mercado, pero el talento y la calidad de nuestra ciencia son incuestionables. Así que sí, podemos decir que España tiene un enorme potencial que con mayor inversión pública y privada podría estar realmente a la vanguardia”, concluyó esta prestigiosa científica.

El científico Juan Valcárcel, galardonado con el XXX Premio Carmen y Severo Ochoa de Investigación en Biología Molecular

El científico Juan Valcárcel, profesor de investigación ICREA en el Centre de Regulació Genòmica (CRG) de Barcelona, fue también galardonado en el marco de la Semana Severo Ochoa con el XXX Premio Carmen y Severo Ochoa de Investigación en Biología Molecular que otorga la Fundación Carmen y Severo Ochoa, con la colaboración de la Fundación AstraZeneca y la Fundación para el Conocimiento madri+d, y que reconoce la labor investigadora de científicos que desarrollen su trabajo en España. El galardón se le ha concedido en reconocimiento a sus contribuciones excepcionales al conocimiento de la biología del ARN y, en particular, por el descubrimiento del mapa funcional completo del espliceosoma humano.

Este hallazgo —publicado en la prestigiosa revista Science en 2024 y considerado un importante hito científico complementario a la secuenciación del genoma humano— ha permitido descifrar la organización de la maquinaria celular responsable de la edición de los genes, abriendo nuevas vías para el desarrollo de terapias en cáncer, enfermedades neurodegenerativas y trastornos genéticos. El trabajo de Valcárcel, desarrollado íntegramente en España, sitúa al CRG y a la biología molecular española en la vanguardia mundial de la investigación biomédica.

Vídeo del acto de inauguración

Vídeo de la Sesión Científica Académica

Vídeo de la Presentación de la Biografía

Vídeo del Aula Abierta

Vídeo del acto institucional de la Fundación Carmen y Severo Ochoa