REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE ESPAÑA

Noticias 12 de marzo de 2025

Todos los tipos de glaucoma requieren una vigilancia especial para evitar la ceguera

Con motivo del Día Mundial del Glaucoma, el Prof. Julián García Sánchez, académico de número de Oftalmología de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), explica que todos los tipos de glaucoma "requieren una vigilancia especial, ya que la evolución hacia la ceguera es la norma si no se tratan adecuadamente y, especialmente, si no se diagnostican en las fases iniciales".

¿Cuáles son las formas más importantes de glaucoma por su repercusión y/o su frecuencia? En primer lugar, está el glaucoma congénito. Es muy poco frecuente y aproximadamente afecta a uno de cada 30.000 niños. "Se trata de una anomalía en la génesis del ángulo iridocorneal que obstruye el paso del humor acuoso desde la cámara anterior hasta el conducto de Schlemm trayendo como consecuencia una elevación de la presión intraocular que termina atrofiando el nervio óptico y dañando otras estructuras del ojo", afirma el Prof. García, quien confiesa que no responde al tratamiento médico y únicamente la cirugía puede evitar la ceguera. "En toda España solamente hay dos centros especializados, oficialmente reconocidos por el Ministerio de Sanidad como centros de referencia, uno en Madrid (el Hospital Clínico San Carlos) y otro en Barcelona", relata este académico que también fue el fundador de la Sociedad Española del Glaucoma.

En segundo lugar, está el glaucoma de ángulo estrecho-cerrado. Se presenta casi siempre en forma de ataque agudo con visión borrosa y gran dolor. "El tratamiento ha de ser considerado una emergencia, ya que debe ser tratado inmediatamente para evitar la ceguera. Puede prevenirse si se detecta la estrechez angular y se realiza una iridotomía profiláctica con láser", apunta. En España es muy poco frecuente y representa menos del 1% de los glaucomas. "Teniendo en cuenta que en la población de origen chino supone alrededor del 35%, hemos de tener una vigilancia especial con ellos", asegura.

En tercer lugar, el glaucoma crónico de ángulo abierto, el más frecuente porque lo va a padecer aproximadamente el 2% de la población a lo largo de su vida. "Cursa de forma asintomática hasta que el daño es avanzado e irreversible por lo que el riesgo de evolución hacia la ceguera es muy elevado. La OMS recomienda hacer revisiones periódicas a la población general, especialmente si uno pertenece a la población de riesgo, es decir, tener más de 50 años, pertenecer a una familia en la que hay glaucomatosos, especialmente si son los padres o los hermanos, ser diabético o haber padecido enfermedades cardiovasculares", detalla este académico.

Por último, los glaucomas secundarios, aquellos que se asocian a diversos tipos de enfermedades locales o generales. Se incluyen en este grupo los secundarios a traumatismos. "En su conjunto no suponen un grupo muy numeroso y, generalmente, se suelen detectar a tiempo por tratarse de pacientes que ya están siendo vigilados por su propio proceso antes de que el glaucoma esté presente", indica.

La población de riesgo incrementa por cinco la probabilidad de padecer un glaucoma crónico de ángulo abierto. "Traducido a números, si yo tengo más de 50 años, en lugar de un 2% de posibilidades paso a tener un 10%. Si, además, mi padre o mi hermano lo padece también, puedo superar ya el 20% y así vamos incrementando el riesgo en función de los nuevos factores que vayamos adquiriendo", relata este oftalmólogo.

"Contamos con numerosos fármacos y técnicas quirúrgicas que han permitido reducir de una forma significativa el riesgo de progresión hacia la ceguera; no obstante, en muchas ocasiones tropezamos con el mismo problema, la falta de un diagnóstico precoz, por lo que, si llegamos tarde, las lesiones del glaucoma son irreversibles y no se podrá conservar la visión", confiesa el Prof. García.

Por último, este académico destaca que es importante mantener una alimentación equilibrada para asegurar una buena salud y unos ojos sanos en general. No obstante, "aunque la dieta mediterránea y la dieta atlántica sean las más adecuadas, ninguna dieta va a prevenir el glaucoma", concluye.