“Decidí estudiar Medicina porque, desde que era pequeñita, me gustaba mucho el estudio del cuerpo humano y la fisiología, me planteaba preguntas muy interesantes, tenía mucha curiosidad y también porque veía que mi madre, enfermera, se ocupaba mucho de nuestra salud, tenía muy buen ojo clínico y me encantaba verla con esa actitud. A las niñas que se plantean estudiar Medicina les diría que se tracen objetivos claros y que intenten prepararse lo mejor posible. No es un camino fácil, pero tiene muchas recompensas y es ilusionante”, asegura la Dra. Carmen Ayuso, jefe del Departamento de Genética del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz, profesora asociada del Departamento de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, investigadora principal de la U704 del Ciber de Enfermedades Raras (CIBERER – ISCIII) y académica correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME).
Por su parte, la Dra. Patricia Altea, investigadora Ramón y Cajal del Consejo Superior de Investigaciones científicas (CSIC) y directora del Laboratorio de Regulación Metabólica y Señalización en Cáncer en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER) de Sevilla, explica así por qué decidió dedicarse a la investigación en medicina: “Desde siempre he sido muy curiosa y me han apasionado las ciencias. Con el tiempo, comprendí que lo que realmente me motivaba era entender por qué aparecen las enfermedades y cómo podemos encontrar soluciones para tratarlas. Esto me llevó a la investigación médica, un campo donde cada descubrimiento, por pequeño que sea, nos acerca a nuevas terapias y mejores tratamientos para mejorar la calidad de vida de las personas, lo que hace que este trabajo sea tan apasionante y gratificante. Por ello, a las niñas de hoy en día les diría que sigan su curiosidad y no tengan miedo a hacer preguntas. La ciencia necesita mentes apasionadas, sin importar el género”.
Mañana, martes 11 de febrero, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, las doctoras Ayuso y Altea serán las protagonistas de la sesión científica ‘La voz de las mujeres en la ciencia biomédica’, organizada en la RANME por la Prof.ª María Trinidad Herrero, académica de número de la RANME, presidenta de honor de la Real Academia de Medicina de Murcia, directora del Instituto Universitario de Investigación en Envejecimiento y catedrática de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia. “El objetivo de esta jornada es contribuir, a nivel local, al objetivo común de la UNESCO y de ONU Mujeres para promover el papel de las mujeres y las niñas en la ciencia y asegurar su acceso y participación equitativa a todos los niveles”, comenta la Prof.ª Herrero. De esta forma, añade esta académica, “se trata de avivar un diálogo científico, positivo y sereno para diseñar líneas de trabajo proactivas que, en base a experiencias propias, conociendo las barreras y las vías de superación, se difunda la labor y trabajo encomiable de mujeres biomédicas, se aliente a las jóvenes a formarse y a ser excelentes profesionales en la clínica asistencial y en la investigación, que se conozcan las realidades actuales de los impedimentos y se ideen soluciones satisfactorias para todas las mujeres, en pie de igualdad”.
Enfermedades raras y mujeres
Como genetista, la Dra. Ayuso reconoce que las mujeres con enfermedades raras sufren un retraso en el diagnóstico mayor que los hombres, quizás por la complejidad del diagnóstico y por factores propiamente biológicos. “Es difícil establecer las causas, hay que estudiarlo; por ello, en mi próximo proyecto de investigación, me he propuesto, como uno de mis objetivos, analizar estos aspectos”, revela.
Asimismo, señala que, en mujeres con enfermedades raras, es “igualmente importante abordar el riesgo del embarazo y el parto y conocer si el pronóstico de la patología podría complicarse”. En este sentido, “es esencial ofrecerles el apoyo psicológico y emocional durante todo este proceso, ya que las mujeres con enfermedades raras soportan la carga emocional de afrontar este tipo de procesos junto con la preocupación y el riesgo para su salud que les puede ocasionar un embarazo”.
En cuanto a la brecha de género existente en el sector de la sanidad, la Dra Ayuso recuerda que, en el año 2021, Li y colaboradores hicieron una revisión sistemática acerca de la posición de las mujeres dentro de la medicina y lo publicaron en el BMJ open. “Obtuvieron unas conclusiones demoledoras. Las disparidades de género eran significativas en todos los países del mundo y en todas las especialidades, observándose que los hombres publican más, ganan salarios más altos, son jefes de departamento con mayor frecuencia y profesores titulares en el triple de las veces que las mujeres”, confirma.
“Para poder abordar posibles soluciones es necesario identificar las causas. Es clave la identificación y promoción de mujeres con capacidad y voluntad de liderazgo en medicina y ciencia y apoyar sus carreras con las ayudas necesarias, muchas ya establecidas en la Ley de la Ciencia. Nuestra sociedad tiene el doble reto de no desperdiciar el talento femenino para dirigir y liderar en una profesión ya muy feminizada y el desafío demográfico de la disminución drástica y aparición muy tardía de la maternidad”, concluye esta genetista.
Cáncer de mama y mujeres
En la investigación oncológica, los ensayos clínicos no establecen el género como criterio de inclusión, buscando resultados aplicables a toda la población. Sin embargo, en patologías como el cáncer de mama, la mayoría de los ensayos se realizan con mujeres debido a su mayor prevalencia en este grupo. "A pesar de los avances en tratamientos y apoyo, aún existen desafíos significativos. Los retos actuales son la falta de tratamientos efectivos cuando hay progresión del cáncer de mama a estadios metastásicos y el desarrollo de tratamientos personalizados. Esto requiere una mayor inversión en investigación y recursos", relata la Dra. Altea.
Por otra parte, también hay mujeres pacientes con cáncer que, además de enfrentar su enfermedad, asumen roles de cuidadoras para familiares, lo que puede llevarlas a priorizar el bienestar de otros sobre el propio. "Aunque no representan la mayoría, la situación familiar y las preocupaciones asociadas pueden influir en su proceso de recuperación. Desatender su propio cuidado puede ralentizar la curación y afectar negativamente su salud mental", reconoce esta experta.
A pesar de que las mujeres representan el 70% del personal en el sector sanitario, su presencia en los puestos de toma de decisiones sigue siendo baja. "Uno de los mayores problemas que nos encontramos es la conciliación familiar. Es fundamental seguir promoviendo políticas que faciliten la compatibilidad entre la vida personal y la carrera profesional. En el ámbito de la investigación, por ejemplo, se han dado pasos importantes para reconocer las interrupciones en la carrera profesional. Algunos programas europeos de financiación, como los del Consejo Europeo de Investigación (ERC) y Marie Skłodowska-Curie Actions (MSCA), ya consideran las interrupciones en la carrera al evaluar la trayectoria de los investigadores. El cambio está en marcha, pero es necesario seguir impulsándolo con medidas concretas", explica la Dra. Altea.
En cuanto al empoderamiento, esta investigadora recuerda que, diversos estudios, como los realizados por la Comisión Europea recogidos en la publicación She Figures, han señalado que las mujeres en ciencia "suelen recibir menos reconocimiento, menos oportunidades de liderazgo y menos financiación para proyectos de investigación". Por ello, destaca, “es importante fomentar programas de mentoría, formación en liderazgo y redes de apoyo específicas para mujeres jóvenes en ciencia para eliminar obstáculos estructurales y culturales que pueden frenar su progreso”.
En este sentido, la Dra. Altea hace un llamamiento a todas las niñas que hoy en día quieran estudiar ciencia: "Aunque podáis encontrar dificultades, no estáis solas. Hay muchas mujeres que han recorrido este camino y que hoy son referentes. Con esfuerzo, perseverancia y confianza en vosotras mismas, podéis llegar hasta donde os propongáis. ¡El futuro de la ciencia también está en vuestras manos!".