Actualidad de la RANME · Nº 34

Actualidad de la RANME 38 REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE ESPAÑA Opinión José Alberto Palanca (1888 - 1973) PROF. EMILIO BOUZA, ACADÉMICO DE NÚMERO José Alberto Palanca Martínez-Fortún es, sin duda, una de las grandes figuras de la medicina española del siglo XX y su tra- yectoria tiene contribuciones muy relevantes tanto al campo de la prevención como al mundo académico, administrativo y po- lítico. Nace en Palma de Mallorca el 23 de abril de 1888, hijo del matrimonio formado por Don Carlos Palanca Cañas, capitán de caballería destinado en la isla y de su esposa Doña Susana Martínez-Fortún Wilson, nacida en Cuba. Es el cuarto hijo de doce hermanos y la familia debe regresar a Cuba sólo seis me- ses después del nacimiento de José Alberto, residiendo allí en la ciudad de Placetas durante 10 años. Son 10 años que marcan definitivamente su vida al tener que presenciar a diario escenas de guerra, incendios, heridos y muertos en acción. Vuelve a Es- paña tras la pérdida de la Isla en el año 1899 en el Cheribón, un buque francés que tarda más de 25 días en cruzar el atlántico y en el que cada noche hay que detener la embarcación para entregar al mar los cadáveres de los pasajeros que regresan a España heridos y enfermos. La familia se establece pronto en Granada, donde es destinado el padre de José Alberto, y en esa ciudad fallece su madre un año después, a los 39 años, tras un episodio, al parecer, de fiebre tifoidea, dejando a su viudo con 9 huérfanos. Probablemente las dificultades para acceder a la carrera mili- tar en ese momento, llevan a José Alberto a aplicar a un curso preparatorio de medicina en el año 1900, con apenas 13 años de edad, en el que el futuro Profesor Palanca obtiene una de las 19 plazas disponibles para los 118 solicitantes. A los 15 años es ya alumno interno de la Facultad (un “interno niño”) y a los 19 años se licencia con premio extraordinario, realizando inmediatamente oposiciones para el Cuerpo de Sanidad Militar que gana con el número uno de su promoción. En 1909 esta- mos ya ante un teniente médico que participa en los “sucesos de Melilla” donde es condecorado, siendo destinado en 1910 a Alhucemas (actual Marruecos). En 1911 accede a la carrera do- cente ocupando plaza de profesor auxiliar en la Universidad de Santiago de Compostela y en 1912 obtiene el título de doctor en la Universidad Central de Madrid, con sobresaliente y posterior premio extraordinario, defendiendo una tesis sobre “La fiebre tifoidea en el ejército y su profilaxis”. En 1918 la Real Academia Nacional de Medicina le nombra Académico correspondiente tras la presentación de un trabajo sobre “Histología normal y patológica de los ganglios sensitivos y simpáticos del hombre”, Emilio Bouza