Actualidad de la RANME · Nº 30
Actualidad de la RANM 46 REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE ESPAÑA La puesta en marcha de la Cirugía Cardíaca con circulación extracorpórea encontró algunas difi- cultades. Hubo que acondicionar nuevos quiró- fanos, pero el mayor obstáculo apareció con moti- vo de la epidemia o síndrome del aceite tóxico de colza. Dada la escasez de respiradores en Cuidados Intensivos, nos dejaban operar un solo paciente a la semana. Habíamos acordado que, en las primeras 25 in- tervenciones quirúrgicas con circulación extra- corpórea, yo actuaría como cirujano principal. Así se hizo. Pudimos completar la serie de 25 pa- cientes sin mortalidad, y el profesor Tamames, todo un catedrático de Madrid, no tuvo ningún reparo en actuar como primer ayudante. En la operación número 26, cumpliendo lo pac- tado, él ya fue cirujano principal. Independien- temente de que no se cumplieron otras expec- tativas también acordadas, una vez cumplida mi parte del proyecto, regresé a mi plaza de la Clíni- ca Puerta de Hierro. Del profesor Tamames hay que destacar su ilu- sión siempre demostrada por la Cirugía Car- diovascular. Fue uno de los pioneros. En 1964 practicó en el Hospital Clínico de Madrid una primera operación a corazón abierto con circu- lación extracorpórea y otro tanto ocurrió en su cátedra de Salamanca en 1972. Sus trabajos experimentales y sus publicaciones sobre trasplantes cardíacos, tanto heterotópicos como ortotópicos fueron muy precoces, al inicio de la década de los años 60, varios años antes del primer trasplante cardíacos en humanos, efec- tuado por Barnard en 1967. Aunque la Cirugía General le absorbió preferentemente, nunca dejó de interesarle la Cirugía Cardiovascular. El Hospital Clínico San Carlos no supo, en su momento, valorar sus méritos en esta disciplina. Siempre conservamos una buena amistad y un aprecio sincero. Hasta mediados del siglo XX la Cirugía había avanzado enormemente, conquis- tando parcelas quirúrgicas que anteriormente habían resultado prohibitivas por diversas cir- cunstancias. Harvey Cushing comentaba que el corazón era la única ciudadela que faltaba por conquistar a los cirujanos, aunque previamente en 1896, el alemán Ludwig Rehn, sorprendente- mente, había logrado suturar con éxito una he- rida cardiaca. Billroth, un famoso cirujano, co- mentaba que el cirujano que se atreviese a operar el corazón perdería el respeto de sus colegas. Del profesor Tamames hay que destacar su i lusión siempre demostrada por la Cirugía Cardiovascular . Fue uno de los pioneros. Opinión
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