Actualidad de la RANME · Nº 28

Actualidad de la RANM 49 REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE ESPAÑA L A R A N M E La Sección II, bajo la denominación de ‘Medici- na’, concentra dieciocho especialidades médicas que van desde la Cardiología hasta la Alergolo- gía pasando por la Endocrinología, la Medicina Interna, la Psiquiatría o la Geriatría. ¿Cómo se gestiona una Sección así? Para responder a esa pregunta hay que dar por buena la distribución administrativa en cuatro secciones establecida por la Junta de Gobierno de la Academia hace unos años. En el reglamento de la RANME se recurre a la palabra “funcional” como la más adecuada para justificar el estable- cimiento de las cuatro secciones. A partir de ahí cabe poca discusión. La deno- minación de las secciones mantiene una lógica aceptada por todos a la hora de decidir cuáles serían las especialidades cuyos titulares se inte- grarían en cada sección. El propio reglamento de la RANME en su artículo VI establece que “las disciplinas de cada sección se fijarán por la junta de Gobierno …” y que “podrán ser modificadas cuando sea preciso” (art 6.3). Es cierto que la sec- ción II es la que incorpora un mayor número de especialidades, pero en los años que yo llevo en la Academia ese punto nunca ha sido un obstácu- lo para su buen funcionamiento de la misma, ni nunca se han planteado conflictos derivados del número de especialidades existentes, ni en fun- ción de las características específicas de cada una de ellas. Tampoco ha existido ninguna voz dis- cordante que planteara la necesidad de modificar la situación actual. Por otra parte, por desgracia, algunas de estas 18 especialidades carecen de académico de número en el momento actual, con lo que las personas incorporadas a la sección II constituimos un número inferior del que teórica- mente podríamos cubrir. En cuanto a la forma de gestionar la sección a mi juicio no tienen por qué existir diferencias im- portantes en función del número de sus miem- bros. De hecho el art. 8 del reglamente establece cuáles son las funciones de las secciones, sin mar- car diferencias en función de su denominación, ni tampoco en cuanto a su número de miembros. Las cuestiones que se plantean en las sesiones de trabajo suelen ser más de carácter general que no vinculadas a una especialidad concreta. Cuando ocurre esto último, por ejemplo, para valorar trabajos que optan a premios de la Aca- demia o para evaluar los méritos de los posibles candidatos a entrar en la misma como académi- cos numerarios o correspondientes, el hecho de que contemos con expertos procedentes de áreas de conocimiento muy diferentes entre sí, repre- senta una riqueza y siempre se considerara una opinión especialmente cualificada la de aquel o aquellos académicos más próximos a la temática planteada en cada caso. En el año 2011, provocado por el cambio que hubo en los Estatutos de la RANME las Seccio- nes pasaron de ser seis a cuatro, hecho que generó que la Sección que preside albergue las dieciocho especialidades mencionadas. ¿Cuál de los dos es- cenarios para las Secciones considera usted que es o era el mejor, el actual o el anterior? Creo que la cuestión de si debe haber 4, 6 u otro número de secciones no es demasiado relevante. No es en la práctica un problema importante, ni supone algo a cuya discusión debamos dedicar mucho tiempo. Personalmente me parece muy adecuada la distribución actual y por lo que res- pecta a nuestra sección tiene un perfil suficiente- Secciones de la RANME

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